Cannabis y anorexia

Cannabis y anorexia son dos términos que parecieran no tener nada en común. Sin embargo, a medida que la marihuana medicinal se legaliza, más se sabe sobre sus beneficios. Más allá de que los cannabinoides en dicha planta puedan calmar el dolor, muchos ahora se cuestionan si el cannabis se puede usar para tratar la anorexia.

Es una pregunta interesante, ya que una característica distintiva del cannabis, es que provoca hambre. Hay que decir que el uso de esta planta se ha estudiado como tratamiento de la anorexia relacionada con enfermedades como el cáncer y el SIDA.

A pesar de ello, existe muy poca investigación sobre si los componentes del cannabis podrían tener un efecto positivo en personas con anorexia. Sobre todo en aquellas personas que padecen el tipo de anorexia más conocido: la anorexia nerviosa.

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¿Cómo se origina un trastorno alimentario como la anorexia?

Los trastornos alimentarios no son causados únicamente por el deseo de estar delgado, contrariamente a la creencia popular. La anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón están genéticamente predispuestos en algunas personas. Además, los pensamientos intrusivos que acosan a los enfermos son similares a los que afectan a las personas con trastorno obsesivo-compulsivo.

Dos tercios de las personas que padecen anorexia, muestran signos de un trastorno de ansiedad, antes de que aparezca el trastorno alimentario. Esto puede ser ansiedad generalizada, fobia social, o trastorno obsesivo compulsivo. La anorexia es notoriamente difícil de tratar debido a estas condiciones de comorbilidad.

Los trastornos alimentarios restrictivos como la anorexia, pueden provocar una inanición progresiva. Esto puede afectar al cerebro y, por tanto, al intelecto. Debido a esto resulta mucho más difícil el tratamiento de estos pacientes.

Es importante tener en cuenta que los pacientes anoréxicos que están críticamente enfermos, pueden querer comer y recuperarse. Sin embargo, también pueden sentirse atrapados por pensamientos y comportamientos rituales.

Por su parte, la bulimia y el trastorno por atracón presentan desafíos distintos pero similares. Además, los síntomas de estos trastornos a menudo se superponen con los de la anorexia. Por ejemplo, los atracones pueden durar horas y provocar el consumo de una gran cantidad de calorías. Ambos trastornos alimentarios pueden afectar a personas de cualquier peso, incluyendo las personas extremadamente obesas.

Aunque el peso corporal no influye en la gravedad de la enfermedad, la anorexia sigue siendo la más letal de todos los trastornos psiquiátricos. Se estima que la tasa de mortalidad de la anorexia es del 10%.

La anorexia y el sistema endocannabinoide

Como se ha mencionado en otras ocasiones, el sistema endocannabinoide es una red de receptores, enzimas y moléculas endocannabinoides que mantiene al cuerpo en un estado de homeostasis o equilibrio. En nuestro organismo, las neuronas hiperactivas reciben una señal de “calma” de los receptores CB1 en el sistema nervioso central.

Los estudios clínicos sugieren un vínculo entre un sistema endocannabinoide defectuoso y el desarrollo de un trastorno alimentario como la anorexia. Esto se debe a que los receptores abundan en las regiones del cerebro que regulan la ingesta de alimentos.

Los receptores CB1y CB2, abundan en las regiones del cerebro que regulan el hambre y controlan las conductas alimentarias. En consecuencia, estos receptores están involucrados en la regulación de la alimentación y el equilibrio energético.

Los cannabinoides ingeridos pueden ayudar a los pacientes a aliviar la ansiedad y aumentar o disminuir, la ingesta de alimentos. Lo anterior debido a la forma en que se unen a los receptores CB1. Los que consumen cannabis saben desde hace mucho tiempo, lo que ahora la ciencia respalda: el cannabis te relaja y te provoca hambre.

¿Cuáles son los beneficios del cannabis para la anorexia?

La marihuana medicinal ha recibido poca investigación específicamente para el tratamiento de los trastornos alimentarios. A pesar de ello, con frecuencia se usa como estimulante del apetito en personas con otras afecciones médicas graves. Tiene el potencial de aumentar el apetito en personas que sufren de anorexia nerviosa, quienes a menudo desconocen sus señales naturales de hambre.

Según una investigación de 1988, fumar marihuana puede aumentar la ingesta calórica de una persona hasta en un 40%. Dicho estudio encontró que el THC, principal compuesto químico de la marihuana, estimula el metabolismo, y conduce a comer más, tanto en entornos sociales como privados.

El aumento del apetito y los hábitos de comer bocadillos, pueden ser útiles para la pérdida de peso. También para la recuperación del trastorno de la anorexia en las primeras etapas. Se podría argumentar que las propiedades calmantes, que a menudo se asocian con el cannabis medicinal, pueden ayudar con los síntomas de ansiedad concurrente u otros problemas, más adelante en la recuperación.

Otra investigación sobre el cannabis y la anorexia nerviosa, sugiere que la regulación disfuncional, y los desequilibrios subyacentes en el sistema endocannabinoide, son comunes en estos trastornos alimentarios. Por lo tanto, un tratamiento derivado de cannabinoides puede ser terapéuticamente benéfico.

En otras palabras, esta investigación indica que los cannabinoides tendrían el potencial de corregir las deficiencias de los cannabinoides. No solo eso, también podrían ayudar a las personas con anorexia nerviosa, a volver a un estado saludable. Lamentablemente, esta investigación fue muy pequeña, por lo que evidentemente hace falta más investigación.

Factores importantes a considerar

Por supuesto, los beneficios del cannabis medicinal aún son discutibles. Especialmente cuando se trata de su uso en trastornos de salud mental. No debemos olvidar que los trastornos alimentarios a menudo coexisten con el abuso de sustancias. Por lo tanto, se incrementa el riesgo de dependencia psicológica o física de la marihuana medicinal.

Además, el cannabis como medicina, no debería ser la única opción de tratamiento disponible para un paciente. Este, como cualquier otro medicamento para el tratamiento de los trastornos alimentarios, debe combinarse con la terapia, el control dietético y otras medidas.